Los colores y la buena luz que nos
trae la primavera nos invita a salir de casa, y a disfrutar de la vida, de
nuevos olores y sabores que salen de la cocina en esta época del año. Los
buenos y frescos alimentos que nos da la estación nos llenarán de vitaminas.
Nutrirse con productos frescos es siempre básico, pero en estos meses además
puede ser delicioso. Verduras, frutas, pescados y legumbres están en su mejor
momento.
Los mejores alimentos
de la primavera
Si vas al mercado en esta época,
podrás observar que hay un enorme surtido de alimentos. En primavera, podemos
encontrar casi de todo. Desde judías verdes, hasta fresas enormes.
1. Frutas: fresas, gran
variedad de pera, cereza, limón, manzana, plátano, frambuesa, ciruelas, durazno,
piña.
2. Verduras: Acelga, alcachofa,
berenjenas, berro, ajos, apio, cebolleta, espárragos, espinacas, haba fresca,
gran variedad de lechugas, zanahoria.
3. Pescados y mariscos:
merluza, bacalao, arenque, atún, bonito, anchoa, centollo, calamar, gamba.
4. Aves y caza: cerdo, pato,
pollo, cordero.
Dieta primaveral
La dieta en primavera es importante.
Conviene que en esta temporada que antecede al verano, proporcionemos a nuestra
familia las vitaminas tan necesarias para su crecimiento. Con el calor que ya
está a la puerta, los niños suelen hacer más ejercicios físicos, con lo cual
necesitarán de más energía y calorías para mantenerse firmes. Te proponemos una
dieta para esta temporada:
1. El desayuno. La leche es un alimento básico en cualquier dieta. Con
preparados solubles de cereales o de cacao, los niños tendrán sus energías
renovadas. El pan, así como las galletas, cereales, son también básicos. Si
puedes utilizar los que aportan más fibra, mejor. Es aconsejable incluir algo de
fruta, alguna pieza o zumo de naranja, o batido de fresas.
2. Las comidas. Cuánto más verde en las comidas, mejor. Eso significa
empezar cada comida con una ensalada de lechuga, espinacas, o simplemente con
tomates, elote, etc. Las verduras frescas y legumbres también son aconsejables
para acompañar carnes, pescados o huevos.
3. Las cenas. Cuanto más ligeras, mejor. Un caldo o un puré de
verduras es la mejor manera para empezar una cena. Además, las hortalizas son
bienvenidas. Se puede preparar una nutritiva ensalada a base de lechuga,
zanahoria, remolacha, tomates, espárragos, pepino, y otros vegetales. Posteriormente
puedes ofrecer a tu familia un sándwich de jamón de pavo con queso, por
ejemplo. No debes olvidarte de la hidratación. Beber mucha agua, favorecerá a
la función renal e intestinal. Entre horas puedes hacer 2 tentempiés a base de
frutos secos, fruta fresca, yogures, o barras de cereales.
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