viernes, 15 de febrero de 2013

Haz de tu ensalada un platillo delicioso y original

Un poco de lechuga, cebolla, aceitunas, tomate y, en algún caso, huevo duro y atún harían la delicia de una buena ensalada mixta, algo aburrida teniendo en cuenta que es la más común de todas. Pero, ¿cómo hacer que nuestra ensalada sea original?


Empecemos por los ingredientes base, donde hay un gran abanico de posibilidades: pasta, arroz, hojas verdes, legumbres, etc. Si usamos la pasta, podríamos hacer una suculenta Ensalada tres colores, que reúne ingredientes variados como tomate, mozzarella y aguacate, bajo una salsa hecha de aceite, vinagre, mostaza, azúcar y albahaca.


En otro caso podemos probar las ensaladas con base de espinacas y añadir por ejemplo salmón ahumado, aguacate, tomate, queso feta, cebolla, aceite de oliva virgen extra y vinagre de vino blanco. O la ensalada de espinacas y queso de cabra con vinagreta de miel. Y así atreverte a echarle imaginación con los ingredientes que quieras hasta conseguir una mezcla perfecta.


Una ensalada con berros, escarolas y lechugas variadas sería por ejemplo mucho más atractiva si le añadimos el sabor dulzón de la cebolla caramelizada, queso de oveja semicurado, jamón ibérico, aceite de oliva, y una mezcla de vinagre de Módena y balsámico.


Un ingrediente que aporta otro color a la ensalada es el bacalao, que con hojas verdes variadas, mozzarella fresca, lascas de parmesano, semillas de sésamo, unas gotas de vinagre de Jerez, aceite de oliva virgen extra y sal en escamas, conforman un plato irresistible y fresco.


Sin olvidar un clásico aporte nutritivo están los frutos secos, que enriquecen una ensalada y la dotan de un delicioso crujiente. Por otro lado y para continuar enseñando ensaladas originales, prueba mezclar el pescado y la fruta con un resultado exótico.


Una simple ensalada de lechuga y tomate puede ser excelsa si está bien aderezada. Siempre es preferible condimentarla con una vinagreta ya emulsionada, ya que la mezcla consigue homogeneizar todos los elementos y así el vinagre no sobresale. Para ello, basta con agitar el aceite y el vinagre en un tarrito limpio. Un aderezo fuerte y agresivo nos estropea el plato y no nos permite beber ningún vino para saborearla.



Aportar esa cantidad de “verde” al cuerpo es lo más sano y recomendable desde la infancia, por eso es un plato que también se puede hacer apetecible a los niños dada su versatilidad. Y es que los nutricionistas inciden en que el alimento más inteligente es la ensalada.


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