¿Por qué es tan importante dormir? (primera parte)
El déficit de sueño repercute sobre todos los aspectos de la vida de una persona, desde su capacidad de prestar atención en clase hasta su estado de ánimo. Las investigaciones demuestran que más del 20% de los alumnos de la escuela secundaria se quedan dormidos en clase y los expertos han establecido una relación entre la falta de sueño y el hecho de sacar malas calificaciones. La falta de sueño también repercute negativamente sobre el rendimiento deportivo.
Además, el mayor tiempo de reacción y la falta de concentración provocados por la falta de sueño no sólo repercuten sobre el rendimiento académico o deportivo. Estas consecuencias de la falta de sueño pueden poner en peligro la vida de las personas que conducen. La Administración Nacional de Seguridad y Tráfico en Carreteras de los Estados Unidos calcula que cada año mueren 1.500 personas en accidentes de tráfico provocados por conductores de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años que simplemente conducían cansados. (Más de la mitad de las personas que provocan accidentes por quedarse dormidos al volante tienen menos de 26 años).
La falta de sueño también se ha relacionado con problemas emocionales, como los sentimientos de tristeza y depresión. Además, el sueño nos ayuda a mantenernos sanos, al detener lo suficiente nuestros sistemas corporales como para que podamos "recargar baterías" después de las actividades cotidianas.
Los trastornos del sueño pueden ser tan dañinos que llegan a alterar los reflejos, la tolerancia y la concentración. El desvelo, ya sea por una noche de parranda, porque la carga de trabajo te exigió hacer horas extras por la noche o porque padeces insomnio, se revela en el rostro.
Un rostro cansado y con ojeras es la consecuencia visible y existen algunos trucos para ocultarlo, sin embargo, el insomnio, como padecimiento, tiene consecuencias más perjudiciales. El sueño es un proceso indispensable para que las células del cuerpo se regeneren y la incapacidad para lograrlo tiene muchas causas, entre ellas los factores asociados a la depresión, la ingesta de sustancias estimulantes, adicciones, ingesta de medicamentos y el estrés.
Si notas que estas comenzando a dormir menos de seis horas al menos tres días a la semana, y el desvelo se prolonga por un mes, puedes considerarte una persona con problemas de insomnio.
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